El verano es una época del año en la que los coches pueden sufrir mucho debido a las altas temperaturas y las condiciones ambientales extremas. Un mantenimiento adecuado durante esta temporada no solo prolongará la vida útil de tu vehículo, sino que también te ayudará a evitar costosas reparaciones. En este artículo, te proporcionaremos algunos consejos esenciales para cuidar tu coche en verano, asegurando que funcione de manera óptima y sin contratiempos.
¿Cómo evitar que se caliente el coche en verano?
Revisa el sistema de refrigeración, para mantener el motor a una temperatura adecuada. Asegúrate de que el radiador esté en buen estado y que el nivel del líquido refrigerante sea el correcto. Si es necesario, añade refrigerante o reemplázalo si ha perdido sus propiedades. Además, la suciedad y los residuos en el motor pueden actuar como aislantes, atrapando el calor. Mantén el compartimento del motor limpio para permitir una mejor disipación del calor.
Colocar un parasol en el parabrisas cuando estaciones tu coche puede ayudar a reducir la temperatura interna. Esto no solo protege los componentes internos del coche, sino que también reduce el esfuerzo del sistema de aire acondicionado al enfriar el vehículo cuando lo enciendas.
Transportar más peso del necesario aumenta el esfuerzo del motor y puede contribuir al sobrecalentamiento. Si no es imprescindible, evita cargar el coche en exceso, especialmente durante largos viajes en verano con altas temperaturas.
7 Consejos para cuidar tu coche
Aparcamiento en la sombra
Uno de los consejos más sencillos y efectivos para proteger tu coche del calor es aparcarlo en la sombra siempre que sea posible. La exposición prolongada al sol no solo afecta la pintura del coche, que puede desvanecerse con el tiempo, sino que también aumenta la temperatura interna del vehículo, lo que puede dañar los componentes electrónicos y el interior. Además, al aparcar en la sombra, reducirás la necesidad de usar el aire acondicionado a máxima potencia, lo que a su vez disminuye el consumo de combustible.
Frenos
El sistema de frenos es fundamental para tu seguridad, y en verano es especialmente importante prestar atención a su mantenimiento. Las altas temperaturas pueden hacer que el líquido de frenos se caliente y pierda eficacia, lo que se conoce como «fading» o desvanecimiento de los frenos. Para evitar esto, asegúrate de que el líquido de frenos esté en buen estado y en el nivel adecuado. Además, si notas que los frenos hacen ruidos extraños o no responden como deberían, acude a un mecánico para una revisión inmediata.
Neumáticos
Los neumáticos son otro componente crucial que requiere especial atención durante el verano. El calor puede hacer que la presión de los neumáticos aumente, lo que puede llevar a un desgaste irregular o incluso a un reventón. Para evitar problemas, revisa la presión de los neumáticos regularmente y ajústala según las recomendaciones del fabricante. Además, asegúrate de que los neumáticos no presenten desgastes o daños visibles, ya que esto podría comprometer la seguridad en la carretera.
Aire acondicionado
El aire acondicionado es esencial para mantener una conducción cómoda durante el verano, pero también necesita un mantenimiento adecuado para funcionar correctamente. Si notas que el aire acondicionado no enfría como antes, podría ser necesario recargar el gas refrigerante o limpiar los filtros. Un sistema de aire acondicionado en buen estado no solo mejora la comodidad, sino que también ayuda a mantener una temperatura agradable en el interior del coche, evitando que el motor se sobrecaliente.
Temperatura del motor
Monitorear la temperatura del motor es vital durante los meses de verano. Si la aguja del indicador de temperatura sube más de lo normal, es un claro signo de que algo no va bien. Detente de inmediato si notas que el motor se está sobrecalentando y deja que se enfríe antes de continuar. Continuar conduciendo con el motor sobrecalentado puede causar daños irreparables, como un fallo en la junta de la culata.
Niveles de los líquidos del coche
El calor extremo puede hacer que los líquidos del coche se evaporen más rápidamente. Es importante revisar regularmente los niveles de todos los líquidos, incluidos el aceite del motor, el líquido de frenos, el líquido de transmisión y el líquido refrigerante. Mantener estos líquidos en los niveles adecuados asegura que tu coche funcione de manera eficiente y reduce el riesgo de fallos mecánicos.
Limpieza
Finalmente, aunque puede parecer menos importante, la limpieza regular de tu coche es esencial en verano. El polvo, la sal y otros residuos pueden acumularse en la carrocería y debajo del coche, provocando corrosión y otros daños. Lavar tu coche con frecuencia y aplicar cera protectora ayudará a mantener la pintura en buen estado y a proteger las partes metálicas de la oxidación. Además, mantener el interior limpio y libre de escombros también contribuye a un ambiente más fresco y agradable.