Que son las cadenas de nieve
Los neumáticos no siempre son suficiente para afrontar una situación climatológica adversa, un momento en el que la adherencia se reduce de forma significativa. Es recomendable que llevemos en nuestro vehículo unas cadenas de nieve, especialmente si vivimos en una zona de España en la que suela nevar y en donde pueden convertirse en obligatorias para circular.
La función de las cadenas de nieve es evitar que el vehículo se deslice y provoque un accidente en carretera. Con ellas, la fricción aumenta y, aunque hay que reducir la velocidad y extremar precauciones, podremos hacer los desplazamientos que queramos si así lo permiten los agentes de tráfico.
¿Qué tipos de cadenas de nieve hay?
Aunque todas cumplen la misma función, en el mercado podemos encontrar diferentes cadenas de nieve. Puedes elegirla según tu vehículo o también por comodidad a la hora de colocarlas. Las menos utilizadas son las cadenas líquidas, que consiste en un spray que proporciona cierta adherencia extra. Es importante destacar que, en caso de cadenas obligatorias, su uso no está justificado.
Las más conocidas son las cadenas metálicas, que consiste en unas cadenas con eslabones metálicos que rodean la rodadura del neumático. Entre sus ventajas podemos destacar que son duraderas, aunque son especialmente ruidosas y pueden ser difíciles de colocar si no se tiene experiencia.
Trucos para colocarlas
Independientemente del tipo de cadenas que hayas comprado, éstas se colocan siempre en las ruedas motrices. El Reglamento General de Circulación (pág. 94) detalla que al menos se debe colocar las cadenas sobre una rueda motriz a cada lado del vehículo.Es decir, si el vehículo es de tracción delantera, irán en las ruedas del eje delantero y si el vehículo es de propulsión, irán en el eje trasero. En el caso de los 4×4 con tracción integral lo recomendable es poner las cadenas en los cuatro neumáticos, pero como no siempre es posible disponer de dos juegos, en ese caso, hay que optar por instalarlas en las ruedas delanteras para controlar mejor la dirección.
Para colocarlas busca un lugar seguro en el que detener el coche, abrígate bien -con guantes incluidos- y sitúa los triángulos de emergencia correctamente para alertar al resto de usuarios de la vía. Si esta operación no la has hecho nunca, es recomendable que antes de iniciar un viaje por zonas frías o nevadas pruebes a instalarlas previamente. Es importante que estén bien ajustadas y que tras cada uso las laves con agua caliente para retirar la sal que puede encontrarse en la calzada y que provoca su corrosión entre uso y uso.
Recuerda que con ellas puestas no podemos superar los 50 km/h y que se han de retirar de forma inmediata cuando no hay nieve, de lo contrario, romperemos las cadenas y/o dañaremos los neumáticos.