La forma en la que se debe circular correctamente en una glorieta ha sido tratada en incontables ocasiones, aunque siguen pareciendo pocas a la vista de las irregularidades que se aprecian en ellas. Conviene ser conscientes de los errores más frecuentes que se suelen cometer y que elevan significativamente el riesgo de colisión entre los vehículos. Estos son algunos:
Maniobras peligrosas
Las rotondas sirven para agilizar el tráfico en los cruces y reducir el peligro inherente en estas situaciones, así que no se debe incrementar con maniobras para las que no se han concebido.
Prioridad
No hay dudas, ni interpretaciones. La prioridad en una rotonda es siempre del vehículo que ya la ocupa por delante de quienes van a acceder a ella. No se aplica la norma general de priorizar el tráfico que llega por la derecha como en el resto de las intersecciones (salgo que se indique lo contrario).
Uso de los carriles
Dependiendo de la dirección que se vaya a tomar, se debe ocupar uno u otro carril (cuando existan más de uno). Lo aconsejable es utilizar siempre carril exterior para girar a la derecha o seguir de frente, recurriendo al interior para hacer un cambio de sentido o ir hacia la izquierda.
Vehículos especiales
A menudo se olvidan las características de los demás los vehículos al gestionar la circulación en la glorieta. Es el caso de las grandes dimensiones de un camión o la menor visibilidad lateral y posterior de la que disfrutan los motoristas.
Visibilidad
Un hábito esencial en la conducción y que no deja de serlo en este escenario es buscar la máxima visibilidad. Mirar lejos al llegar a una rotonda, escaneando el entorno para entender el flujo de la circulación ayuda más de lo que podemos imaginar a evitar sorpresas que se salden con un incidente.
Intermitentes
Otra constante en la circulación es el mal uso de los intermitentes…cuando no inexistente. Los indicadores de dirección son esenciales también en las rotondas para que el resto de los conductores sepan cuál es la intención de los vehículos que ya circulan por ellas, en qué momento van a tomar una salida.
Rectificar
Una actitud basada en los hechos consumados siempre parece arriesgada en el tráfico, rectificar cuando es posible o abortar una maniobra peligrosa evita muchos accidentes.