El sonido de uno de nuestros Audi depende de cada modelo, y debe cumplir con las expectativas que cada cliente se marca para ese vehículo determinado, en base a su diseño y a su posicionamiento. Un ejemplo de cómo en Audi tenemos en cuenta el sonido es el cinco cilindros TFSI del Audi RS 3 Sportback, el motor que mejor representa el ADN de nuestra marca.
TFSI de cinco cilindros de Audi
Si hay un motor con larga tradición en Audi ese es el 5 cilindros de gasolina. Y esto se aplica no sólo a su poderoso empuje o a sus prestaciones, también a un sonido inconfundible e inimitable, fruto de un intenso trabajo de desarrollo que se inicia desde los primeros bocetos de un nuevo modelo. El objetivo es asegurar que el sonido de uno de nuestros Audi provoque siempre una respuesta positiva, y un Audi con las siglas RS debe sonar rotundo, poderoso y potente, con la dificultad que conlleva cumplir al mismo tiempo con la legislación que se aplica a la acústica de los vehículos.
En la última versión del galardonado TFSI de cinco cilindros, seis veces consecutivas elegido “Motor del Año”, nuestros ingenieros de quattro GmbH en Neckarsulm tuvieron que trabajar muy duro para conseguir ese sonido puro y auténtico. “En el fondo, el cinco cilindros es algo muy especial debido a su larga tradición: el concepto original de este motor estaba también bajo el capó del Audi 100 y del Ur-quattro”, explica Steffen Hackmayer, nuestro responsable de Acústica en quattro GmbH, y encargado del sonido de los modelos RS de Audi durante más de 15 años.
En el caso de nuestro nuevo Audi RS 3 Sportback, el cinco cilindros cobra vida al pulsar el botón de arranque con un ronco bramido. Capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 4,3 segundos, el TFSI ruge con fuerza a medida que la aguja escala una y otra vez hacia la zona roja del cuentavueltas, emitiendo un sonido fascinante. Su número impar de cilindros implica que el sonido generado no es un tono sinusoidal puro; la frecuencia del encendido desarrolla armónicos que acompañan al tono sinusoidal. Es algo parecido a lo que sucede cuando se genera un sonido musical: un único tono suena como un silbido, sin nada de emoción, mientras que los armónicos añadidos por los instrumentos, como por ejemplo un piano, son los que le otorgan al tono su definición característica. En el caso de un motor, estos armónicos vienen definidos y controlados por factores como el ruido de admisión, que en nuestro Audi RS 3 Sportback genera tres frecuencias de intensidad particularmente notable.
“Tratamos de darle al sonido de nuestro motor su propia personalidad”, comenta Hackmayer. Y para ello la atención se centra siempre en el sonido natural, Audi no aplica ningún tipo de sonido sintetizado a sus modelos RS. “Aquí no hay actuadores que generen o amplifiquen el sonido original”, explica Reil, que asegura: “Podría distinguirse el sonido del motor del Audi RS 3 Sportback con los ojos vendados entre 100 coches, algo que sería mucho más difícil con otros motores, porque no tienen esta configuración tan exótica”. Fascinante, ¿no crees?